Antes que nada deseo agradecer infinitamente a Roxana Velazco por su amable invitación a la entrevista, así como participar en este bello espacio con este escrito.
Reconozco que al principio me era difícil pensar qué escribir, pero recordé que se trata de amar y enseguida se echó a andar mi mensaje. He podido notar algo de preocupación por este llamado regreso de nuestro forzado confinamiento.
Es simple, hagamos todo con más amor y compasión. Creo que debemos, no sólo recordar lo que aprendimos en este hermoso espacio que nos dimos con la cuarentena, sino también debemos poner en práctica lo aprendido. Aprendí muchas cosas, que ahora valoro mucho más, el poder dar un abrazo, saludar y expresar mi amor sin límites, sin barreras, ir al gimnasio a restaurantes y disfrutar de un suculento platillo con ese ruido que ahora sería música para nuestros oídos. Puedo recordar como pedíamos a gritos ese silencio, que ahora es casi perturbador.
Aprendí que el miedo tiene múltiples formas, pero que el amor incondicional no tiene forma, no tiene forma de ser evadido, no tiene forma de que se le gane al amor, no hay forma que el amor pierda, no tiene forma porque el amor sabe que la forma es lo de menos, de hecho la forma podría ser una limitante.
También leí mucho, de varios y maravillosos maestros que se esforzaron por dejarnos sus enseñanzas, con el sueño de vernos felices y realizados. Descubrí que a veces somos demasiado inflexibles y exigentes olvidando lo más importante, el sentido de la vida y de nuestros sueños.
Durante la entrevista con "Tu Comunidad Positiva" nos dimos cuenta que nos hemos esforzado por múltiples enseñanzas, pero no hemos canalizado el deseo de aprender a amar y enseñar a amar. Soñamos por un momento en esa universidad o escuela de amor, donde el reto no es sacar un 10 en el amor, es sacar 10 en perdonar y perdonar con mucho amor. Recuerdo en ese lindo sueño donde las materias son:
- Amor
- Compasión
- Perdón
- Responsabilidad
- Sabiduría
- Sorprender y ser sorprendido
- Respeto
- Gratitud
Invito a todos a que pongamos en práctica estas materias y en los que nos ideamos el hacer esa hermosa escuela de amor, podríamos empezar por casa y la segunda casa, es decir el trabajo la otra familia que nos da tanto, pero que a veces nos mostramos un tanto ingratos, nos pone la comida en la mesa, nos paga todo, pero a ese siempre insatisfecho Ego, todo le parece poco. También les invito a que si tienen más materias para la escuela del amor, las sumen al programa y a su vida diaria.
Me despido dándoles las gracias por su amable lectura y además de darles mucho amor. Les recuerdo que el amor no es cursi, cursi es el ego que en sus estándares románticos tan altos, no se permite ser pleno en lo más simple y abundante, y cuando alcanza esos estándares siente culpa por no haber sabido aprovechar tanto amor y belleza.
Gracias, gracias, gracias los amo a todos.