Cuento ganador de la 1era Edición del Concurso de Cuentos Cortos: "Misterio, Terror y Magia"
Categoría: cuento escrito.
La Casa Abandonada
Mi amigo y yo éramos muy bromistas, siempre poníamos todo tipo de trampas para toda la gente aunque a nadie le gustaba pero todo cambio cuando oímos a alguien decir que había todo tipos de objetos para bromear en una casa abandonada, pero se decía que una vez que alguien entraba nunca salía. Bueno yo no lo creí, pero mi amigo Javier si ya que era muy miedoso así que se me ocurrió una idea, le dije que podía apostar con él. Nos quedaríamos ai un buen rato y si no pasaba nada el me tendría que pagar 100 pesos, pero si algo extraño sucedía yo le tendría que dar la misma cantidad de dinero. Lo convencí así que después de la escuela [que por cierto era inicio de vacaciones} nos dirigimos a la casa con dos mochilas grandes para todas las cosas que agarraríamos en la casa , en el camino me imaginaba que haría con el dinero que me iba a dar talvez compraría muchos dulces para la vacaciones o tal vez haría una broma más grande jamás creada o – Mario – la voz de mi amigo rompió mis ideas- ya llegamos- la casa era muy grande y vieja aunque no parecía nada convencible pero no podía echarme para atrás ya que le tendría que pagar a Javier. Pusimos un banco en una cerca y pasamos al otro lado apoyándonos del banco. Había pato viejo por todos lados aunque lo ignoramos , no falto un llave para abrir la puerta ya que con un empujón se cayó haciendo un ruido muy fuerte, entramos, olía muy mal y había telarañas por todas partes pero ni un objeto de bromas pero no nos íbamos a rendir así que examinamos toda la casa pero no había nada pero nos quedamos ahí hasta que dio la noche ,yo estaba emocionado por el dinero que Javier me iba a dar así que recogimos todo y salimos. Cuando nos disponíamos a salir nos dimos cuenta que el banco estaba del otro lado así que yo empecé a gritar pero nadie nos escuchó así que a Javier se le ocurrió una idea ei podía ponerse hasta la orilla y me cargaría para pasar al otro lado y yo con el banco cargaría de las manos al que me ayudo a subir pero
cuando le tendí las manos las raíces que salían de la tierra tomo a Javier por las piernas , luego por los brazos y finalmente lo succiono a la tierra lo último que dijo fue – ayúdame Mario- . fue la última vez que lo vi la policía lo busco por todo el barrio y me entrevistaron, pero, aunque les dije lo de la tierra no me creyeron. jamás volví a hacer bromas y cada vez que lo recuerdo me digo a mí mismo -al menos no tuve que pagarle.
Autor
Mr. Black